Comenzaré por no decir…había una vez… o en un lugar muy lejano…
Se hacía tarde. La alarma del reloj de Juan no paraba de insistirle que ya era hora de salir a trabajar. Terminó de desayunar. Un café «pintado» de leche y un pan aliñado del día de ayer. No había podido comprar huevos. Las ganancias del día anterior no habían dado si no para completar la cuota del préstamo que había sacado en la Cooperativa del barrio para comprar su bicicleta y se vencía HOY. Su mascota, un perrito parecido al de la película de «La máscara», tenía las llaves de la casa en su boca y después de dos minutos de forcejeo , las dejó a los pies de Juan. Seguramente no le gustaba que su «amigo» se fuera y lo dejara solo en aquel apartamento, que aunque acogedor era pequeño y además sin «arbolitos». «Pecas» tenía que esperar casi hasta las 7 pm para que Juan lo sacara a …»pasear» al parque. Juan tomó su chaqueta y despidiéndose del perrito salió apresuradamente. «Pecas» hacía el aseo de la casa… Con qué destreza tendió la cama, recogió todo el desorden; llevó la ropa a la lavadora, puso el detergente y con su hocico oprimió el botón. No podía lavar los platos pero los recogió de la mesa y los puso en el lavaplatos. Terminó su «Nutrecan», tomó agua y se acostó en la cama de Juan. La vecina comenzó sus ejercicios matutinos de gimnasia a la que le decía «pasiva», pero ponía la música de «La tigresa de Oriente» para hacer sus estiramientos. «Pecas» se escondía debajo de la almohada. Prefería «La 33». Después de una siesta, salía al balcón. Tenía una tina con tierra en la que hacía sus «necesidades» y miraba los techos y la ropa tendida en los «solares» de las casas vecinas. Estaba en el piso décimo y podía ver los carros que pasaban, el niño vendiendo periódicos, las señoras con sus canastos yendo a hacer las compras. Nuestro perrito encendía la televisión y cambiaba los canales para ver sus programas favoritos. Le encantaba ver el canal de La National Geographic. Era increíble ver lo conscientes que se habían vuelto algunos humanos. Lastima que en el canal de televisión anterior estaban dando una sesión de la Cámara de Representantes, donde hablaban de la equidad y justicia mientras en el otro canal mostraban a unos policías «blindados» impartiendo «esa justicia» a los estudiantes que protestaban al frente de una Universidad. Por eso prefería el canal de NATGEO. El sonido monótono de la lavadora había terminado. «Pecas» levantaba la tapa de la máquina pero no podía tender la ropa. Le dejaba a Juan esa tarea. Eran las 7 pm. Se sentó al frente de la puerta al igual que «el hermanito de Mafalda» para preparar la bienvenida. Eran las 8 pm. «Pecas» , tomó un sorbo de agua y miraba la puerta. El sonido de las llaves abriendo el cerrojo hizo que saltara de la felicidad. Juan lo llamó y «Pecas» saltó en sus brazos.
Qué título le pondrían al cuento?
Por: María del Pilar Urrea
Maestra face