Este texto busca hacer una reflexión sobre la escritura creativa en relación con el texto literario como elemento constitutivo de la formación de lectores críticos en la educación. La enseñanza tradicional ha reducido los procesos de lectura y escritura a la codificación, la memorización de definiciones y la acumulación de contenidos, presentándolos desde una perspectiva recreativa que desconoce los ámbitos de la significación de lo que se lee o se escribe, pues sus variantes polisémicas son desconocidas y, por consiguiente, se hace un acercamiento apreciativo y superficial del lenguaje y la literatura, en tanto que solo busca el manejo de los códigos con respecto a la emisión y recepción de grafías.
Por: Bruno García, Maestro de materno.
El lenguaje y la literatura plantean un nuevo desafío a nivel pedagógico en tanto que no se han podido articular a los nuevos requerimientos culturales, pues el lenguaje deja de pensarse como abstracción y se conecta con los diferentes agentes que interviene y lo modifican. Igualmente, la literatura, y en este caso, el texto escrito, puede funcionar como herramienta para desarrollar conocimientos lingüísticos, habilidades comunicativas y, en definitiva, lectores críticos.
El valor interactivo y lúdico del lenguaje y la literatura ha sido desconocido tanto en las prácticas educativas tradicionales como en los programas académicos articulados a propuestas políticas e institucionales que van más allá de los discursos sobre la democratización de la cultura y la formación integral de los lectores. Solamente logran combatir a medias las tasas de analfabetismo y lecturabilidad de la población colombiana; buscan propender por la lectura y la escritura técnicas de codificación y decodificación en beneficio de la vida laboral, pero los lectores son incapaces de ahondar en la dimensión argumentativa. Se habla mucho sobre la importancia de la lectura, pero desconocemos la dimensión emotiva de la misma. Otro factor que no ayuda a la apropiación vital de la lengua y la literatura en los colegios tradicionales es el anclaje a modelos que se basan en evaluaciones que desconocen los procesos diversos de apropiación del conocimiento por parte de los individuos, planteando modelos evaluativos que buscan comprobar la adquisición de contenidos. Esta concepción clásica y normativa de la educación de la lengua y la literatura restringe la multiplicidad de variables de enseñanza de la creación literaria, tomando el texto como estructura inmóvil y modélica sobre la que se deben buscar relaciones contextuales. Frente a esta situación, buscamos en face una renovación de carácter creativo y experimental con el lenguaje, que dé cuenta de una gestación creativa y personal, exhortando a la poetización del mundo de los estudiantes que puedan interiorizar el placer de la lectura y la escritura. Se trata, en definitiva, de acercar a los estudiantes a una valoración crítica de su realidad mediante el gesto lector e interpretativo, porque necesitamos seres creativos y capaces de proponer soluciones, no solo individuos que solo acaten obedientemente lo ordenado.
En face buscamos la formación de lectores críticos, que sean capaces de interpretar y dialogar con los textos desde varios niveles de profundidad, elaborando un acto de reconocimiento crítico ante su contexto. Del mismo modo, en el colegio f a c e buscamos, a través de la escritura creativa, un puente que nos sirva como elemento que invite a la interpretación, la reflexión y la creación de la cultura. Después de reconocer prácticas educativas que priorizan el acercamiento superficial al texto en oposición a aquellas que reconocen su potencial semántico y pragmático, los cuestionamientos por el carácter literario de los textos son una prioridad, los estudiantes en face escriben microrrelatos, cuentos, poesías y, en especial, leen y se comentan entre ellos, pero a su vez, leen lo que realmente les interesa, porque la lectura que parte desde la dimensión emocional transforma a los individuos. Por eso, en Lenguaje materno buscamos un espacio que ayude a reconstruir una narrativa que permita el reconocimiento de la realidad y su creación, en el marco de la producción de un sentido estético a través de la escritura creativa.
Finalmente, la enseñanza de la literatura y el lenguaje materno en face afronta nuevos retos este año, para proponer la literatura como un componente fundamental de la educación, y no un hecho aislado e irrelevante de la enseñanza del lenguaje, determinando su carácter creativo en la formación educativa.