Por Fabián Sierra Quintero, Maestro de matemáticas y sistemas

La evaluación en el Colegio f a c e se concibe como un proceso riguroso y reflexivo que va más allá de la simple medición del rendimiento académico. Este enfoque, arraigado en una filosofía educativa centrada en el desarrollo integral del estudiante, se estructura en cuatro etapas: autoevaluación, coevaluación, heteroevaluación y diálogo.

Autoevaluación: Reflexión profunda en cuatro aspectos del desarrollo personal

La autoevaluación, como primer paso en el proceso de evaluación, invita a los estudiantes a examinar críticamente su propio desarrollo en cuatro dimensiones clave:

• Voluntad: Comienza por la motivación intrínseca que impulsa al estudiante hacia el aprendizaje y el crecimiento personal. Desde la autoevaluación, el estudiante reflexiona sobre su nivel de compromiso, determinación y motivación en la consecución de sus metas educativas y personales.
• Emociones: Se adentra en el mundo emocional del estudiante, explorando cómo sus sentimientos influyen en su desempeño académico y en su interacción con los demás. Esta reflexión incluye el reconocimiento de emociones positivas y negativas, así como la identificación de estrategias para gestionarlas de manera efectiva.
• Accionar Social: Examina la participación del estudiante en las distintas actividades, su colaboración con sus pares y su contribución al ambiente escolar. Esta dimensión enfatiza la importancia del trabajo en equipo, la responsabilidad social y la ética en las relaciones interpersonales.
• Pensamiento: Analiza la capacidad del estudiante para procesar información, resolver problemas y aplicar conceptos aprendidos en contextos diversos. Desde la autoevaluación, el estudiante reflexiona sobre su habilidad para pensar críticamente, razonar lógicamente y expresar sus ideas de manera clara y coherente.

Coevaluación: Reflexión colectiva basada en la convivencia

En la etapa de coevaluación, los estudiantes tienen la oportunidad de reflexionar sobre el desempeño de sus compañeros a partir de su convivencia en el entorno escolar. Este ejercicio fomenta el respeto mutuo y la valoración de las habilidades individuales dentro del grupo. Al compartir de perspectivas y experiencias, los estudiantes desarrollan habilidades de comunicación efectiva y trabajo en equipo, contribuyendo así a la construcción de una comunidad de aprendizaje sólida y cohesionada.

En última instancia, la coevaluación en el Colegio f a c e no solo es un ejercicio de evaluación, sino un componente esencial de su enfoque integral de evaluación. Al fortalecer los lazos de confianza y respeto dentro del grupo, este proceso contribuye a crear una comunidad de aprendizaje donde los estudiantes se apoyan mutuamente y comparten un sentido de crecimiento compartido.

Heteroevaluación: Retroalimentación bidireccional

La heteroevaluación se concibe como un proceso dinámico que fomenta una retroalimentación bidireccional entre maestros y estudiantes. Durante las actividades de clase en cada lenguaje, los maestros tienen la oportunidad de evaluar continuamente el desempeño de los estudiantes en relación con su etapa y las habilidades específicas de ese lenguaje.

A lo largo de estas evaluaciones, los maestros observan y analizan la ejecución de los estudiantes, identificando tanto sus fortalezas como áreas de mejora. Esta retroalimentación individualizada permite a los maestros encontrar estrategias para apoyar los procesos de cada estudiante, promoviendo así un aprendizaje más efectivo y significativo.

Además, antes de finalizar el proceso de evaluación y entrar en el diálogo, se lleva a cabo una sesión compartida con maestros y estudiantes. Durante esta sesión, todos los estudiantes tienen la oportunidad de evaluar a sus maestros en cada lenguaje. Este ejercicio de evaluación mutua no solo proporciona a los estudiantes una voz activa en su experiencia educativa, sino que también promueve la transparencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La heteroevaluación, en el Colegio f a c e, fortalece la relación entre maestros y estudiantes, promoviendo un ambiente de aprendizaje colaborativo y centrado en el crecimiento personal y académico de cada individuo.

Diálogo: Un Espacio para la reflexión del crecimiento personal y académico

En el Colegio, el proceso de diálogo entre el estudiante, la familia y maestros (triángulo) representa un momento esencial para revisar el progreso académico y personal del estudiante. Este diálogo se fundamenta en la colaboración y la comunicación abierta entre todas las partes involucradas, creando un espacio donde se comparten percepciones, inquietudes y metas en relación con el desarrollo integral del estudiante.

Durante el diálogo, se retoman los aspectos explorados durante la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación, centrando la atención en la voluntad, las emociones, el accionar social y el pensamiento del estudiante. A través de una reflexión profunda y significativa, se analiza el desarrollo personal del estudiante en relación con su desempeño académico, identificando áreas de fortaleza y oportunidades de mejora. La participación del estudiante en este proceso promueve su autoconciencia y responsabilidad personal para contribuir de manera activa y significativa a su propio crecimiento y desarrollo.

Por otro lado, es crucial considerar el proceso académico del estudiante, el cual se divide en dos aspectos fundamentales: la ejecución en los diferentes lenguajes y el avance en las etapas del desarrollo de aprendizaje. Durante el diálogo, se examina detalladamente la ejecución del estudiante en los distintos lenguajes de aprendizaje, evaluando su participación y aprovechamiento en cada clase.

Además de la ejecución en los lenguajes, se analiza el avance del estudiante en las etapas del desarrollo de aprendizaje, que comprenden: ¿Quién Soy?, ¿Cómo Soy?, ¿Dónde Estoy?, ¿De Dónde Vengo? y ¿Hacia Dónde Voy? Durante el diálogo, se revisa cómo el estudiante ha progresado en su comprensión y aplicación de los conceptos asociados con cada etapa, así como su capacidad para integrar estas experiencias en su crecimiento académico y personal.

Esta evaluación se enfoca en el desarrollo holístico del estudiante, reconociendo sus logros y ofreciendo apoyo para superar desafíos, con el objetivo de promover un aprendizaje significativo y un desarrollo integral