Además de celebrar los 42 años de face, estamos conmemorando los 10 años del fallecimiento de Margot, la fundadora y creadora de esta institución, quien decidió trascender este plano tridimensional el 31 de octubre de 2014. Ese día, al que ella misma nombró como el “Día de la Fantasía”, y que celebra la idea de que cada quien podía ser feliz siendo quien deseara ser. ¡Un concepto tan suyo, tan liberador y tan divertido!
Por: Juan Carlos Pellegrino Gómez
Para esta ocasión, me pidieron escribir un post para el blog de face sobre mi mamá. Han pasado muchos años y varias familias y estudiantes no llegaron a conocer a la Madre Pilar.
Pensé que contar su historia, o compartir su biografía, sería una buena oportunidad para que pudieran conocerla. Pero, en lugar de reescribir, resumir o copiar!! su biografía o “Crónica”, como ella misma la llama en su libro, me imaginé cómo podría ser si Mafalda, ese personaje con quien mi se identificaba profundamente, presentara a Margarita Gómez de Pellegrino.
Así, con humor, sarcasmo y una conexión filosófica entre ambas, nace esta versión de la historia de Margarita, según Mafalda.
Con cariño, respeto, gratitud y ChatGpt!!
Juan Carlos y Carolina Pellegrino Gómez
Introducción: Margarita y Yo, o cómo se forja una amistad
«Bueno, me cuentan que esta historia de Margarita Gómez Zuleta es una donde se mezcla la vocación, las ganas de hacer algo bueno por el mundo y una pizca de desobediencia (sí, sí, de esa que nunca cae bien con los adultos). Parece que al igual que yo, Margarita no nació para quedarse callada. ¿Que por qué me interesa contarles de ella? Porque, igual que yo, a Margarita le fastidiaba la gente que se cruzaba de brazos viendo pasar los problemas sin hacer nada.»
De una infancia ‘casi’ normal y el Padre Culpable
«Nacida en Medellín en 1930, Margarita era de esas niñas que hacían más preguntas de las que las monjas podían contestar. Y no era para menos, siendo hija de un padre ‘complicado’ (ya saben, de esos que no se quedan en casa sino que inventan cosas como la Catedral de Sal de Zipaquirá, el túnel de la quiebra y otras ideas por ahí). Margarita creció entre ideas revolucionarias y amor por el conocimiento. Si yo hubiera estado con ella en el Marymount, seguro nos habríamos metido en algunos líos… ¡ah, las tardes que habríamos pasado cuestionando!»
Los Primeros Pasos: Una ‘Rebelde con Hábito’
«Resulta que un día Margarita decide que las monjas del Sagrado Corazón de María eran muy ‘humanas’ y ahí es cuando uno se pregunta, ¿qué tan humanas? La Margarita de entonces, cabezadura como pocas, decidió quedarse de interna en el colegio, meterse a la vida monástica en un abrir y cerrar de ojos y, de repente, ¡boom! La Madre Pilar nació. No sé ustedes, pero yo me imagino a Margarita levantando el puño, protestando y abogando por la justicia desde el mismísimo altar.»
Educación para Todos: No es Comunismo, ¡es Empatía!
«Aquí es donde todo se pone serio y divertido. Margarita decide que eso de educar solo a los hijos de la élite no era suficiente. Llega a Bogotá, fundando y dirigiendo el Colegio MEI, un lugar donde todas las niñas, sin importar de dónde vinieran, podrían aprender. Y claro, esto no le cayó muy bien a los ‘respetables’ de la sociedad. A ver, con sinceridad, ¿Cuántas veces hemos oído a alguien decir: ‘¡Esto es comunismo!’ cuando solo intentamos hacer el bien?»
Un poco de Teología de la liberación y mucho de coraje
«Si algo he aprendido sobre Margarita, es que no tenía pelos en la lengua. No tenía problemas en platicar con marxistas y en citar a los filósofos que incomodaban a la iglesia de entonces. ¡Ay, Margarita! Te veo con sotana, pero con cara de querer hacer una revolución a lo Gandhi. Para Margarita, la Teología de la Liberación era algo así como decir: ‘Oigan, gente, Cristo también habría protestado por un mundo mejor’.»
Cuando la historia se cruza y nos damos la mano
«Si yo hubiera tenido la oportuidad de conocer a Margarita, creo que habríamos sido grandes amigas. Ella, en su estilo revolucionario, y yo, con mis preguntas incómodas, habríamos hecho un buen equipo. Margarita me enseñaría a no quedarme en la crítica, sino a ponerme en acción; y yo le recordaría que preguntar siempre, hasta en el silencio, es una pequeña forma de hacer ruido. Pero, claro, ambas estamos aquí por lo mismo: buscar justicia, un mundo sin desigualdades y que nadie, ni los adultos ni los que tienen el poder, se hagan los sordos ante lo que está mal.»
La Odisea de face: contra la corriente y las olas de la tradición
«Bueno, y como si no fuera suficiente con todo lo que Margarita había logrado, un buen día decidió abrir un colegio nuevo, como quien dice, el ‘Colegio face‘. A mí no me sorprende tanto que quisiera hacer algo diferente, sino el lugar y el tiempo: en un país y una época donde los colegios eran más rígidos que un uniforme de gala y donde la disciplina era confundida con el miedo. face sería una respuesta radical para los niños, donde además de aprender a sumar y a restar, aprenderían a ser humanos (¡nada fácil, a juzgar por los adultos que conozco!). Pero claro, esto no le cayó bien a todos los conservadores.»
face: una revolución educativa con carita de colegio
«El colegio face era diferente, muy diferente. En lugar de adoctrinar, como hacen muchas escuelas que piensan que enseñan, aquí los chicos y chicas de face aprenderían a ser críticos, a cuestionar y a hacerse cargo de sus propias emociones. ¡Una locura en serio! La verdad es que Margarita creía en una educación basada en el amor, que no sólo te hiciera aprobar exámenes, sino que también te preparara para ser un buen humano. Y claro, el amor y el respeto eran como el pan de cada día, porque ¿quién puede ser persona sin un poco de cariño y comprensión? Seguro algunos pensaron que estaba loca… pero yo digo que ojalá locuras así sucedieran más en este mundo.»
face y el valor de educar para la vida, no para el curriculum
«Para Margarita, o la Madre Pilar (dependiendo del momento de su vida), face fue una forma de rebelarse contra todo lo que ella creía que estaba mal en la educación. Como ella decía, ‘la educación no es sólo acumular datos, sino formar personas’. Y bueno, face se convirtió en el sueño de un colegio donde cada niño no solo desarrollaba su inteligencia, sino también su voluntad y su corazón. ¿Qué quiere decir eso? Pues que uno no era solo un número de promedio, sino una persona capaz de hacer del mundo un lugar un poco mejor. Margarita convirtió en realidad lo que muchos sólo soñamos: una educación diferente, que en lugar de cortar las alas a los chicos, se las dejaba crecer.»
Final: Margarita y Mafalda en el mismo camino
«Después de todo, cuando el propósito es lograr un mundo mejor, hay muchas maneras de hacerlo. Margarita eligió el camino de la educación y el servicio, de la rebeldía y el amor por los demás. Yo, desde aquí, elijo preguntar y mostrar a los adultos las contradicciones de su mundo. Sí, quizá la diferencia es que yo no uso hábito (¡ni lo haré!), pero el espíritu es el mismo. Nosotras solo queremos cambiar el mundo, aunque sea a trompicones, preguntas y sueños. Y, como decía mi mamá, ‘todo suma, Mafalda, todo suma’.»
Margarita Gomez Zuleta de Pellegrino
5 de noviembre 1930 / 31 octubre 2024
«Biografía completa en el capítulo 6 del libro que ella escribió» Descárgala aquí