Poema de las tejedoras
Anónimo
Me contó el perfume de la lana que desde el origen del mundo las abuelas tejen. Manos sabias, musicales, afinando siempre ese fino entramado de los hilados. Las abuelas tejen y tejerán siempre, como de costumbre pero no como rutina. Cuando tejen las abuelas, teje la poesía Tejiendo tejedora vida tejes, tu luminosidad de mí no alejes, por tus manos la aguja se desliza para crear el mundo que suaviza tu sentir, tu mirar, tu pensamiento hecho río, sol, pájaros, tormento. Amante del color, niña no dejes la pasión que tu hilar ágil matiza, los pájaros volando sobre el viento. Dame amada la vida que en la aguja de tu arte se ilumina y se dibuja.
El tejido es parte de nuestra cultura, viene de nuestros ancestros, en Colombia se tejen ruanas, mochilas Wayuu, sacos para los nietos… se tejen historias todos los días. En face tejemos desde el taller de Crochet, el cual nació después de un taller de manillas de macramé que dio la inspiración para que una estudiante propusiera tejer Crochet, Emilia Guarín, quien actualmente dirige este espacio y es acompañada por una maestra del colegio, ha logrado transmitir a sus compañeros el amor y la dedicación por este arte que viene de nuestros antepasados y que hoy se rescata en face.
Nuestro taller se realiza todos los martes de 1:40 a 3:20 p.m. en el espacio que cada uno considera tranquilo para tejer, es decir no siempre se teje dentro del salón. En él ponemos en práctica a través de un proyecto que cada uno eligió y que Emilia en compañía de Sofía Rueda quien también teje, nos van mostrando el camino para llegar al resultado que queremos obtener, algunos han encontrado videos de YouTube para fortalecer la técnica y los patrones que van aprendiendo. Es un proceso que nos brinda aprendizajes personales y grupales.
El tejido, cualquier tejido trae grandes beneficios para los estudiantes, les da calma, brinda espacios de silencio para sumergirse en pensamientos propios, libera dopamina y endorfinas, es un anti-estresante, se obtiene un resultado concreto después de un largo esfuerzo, ayuda a generar ritmos de trabajo prolongados, se trabajan los dos hemisferios cerebrales, la psicomotricidad, el autoestima y se aumenta nuestra creatividad. Se aprende a través de la vivencia de un proceso propio.
Por: Camila Rocha
Maestra face
