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La Importancia del uso de la tiza y el tablero en la didáctica: Más allá de la tecnología en el aula

En una era donde la digitalización se ha vuelto omnipresente en casi todos los aspectos de la vida, el ámbito educativo no tradicional como el de f a c e no ha sido la excepción.

Por: Giovanny Marulanda, maestro de socionaturales

Las pizarras electrónicas, las tablets y las aplicaciones interactivas han ganado popularidad en las aulas de todo el mundo. No obstante, es vital recordar que las herramientas tradicionales, como el tablero de tiza, siguen siendo esenciales en la enseñanza y en el desarrollo integral de los estudiantes.

Este artículo explora cómo el uso del tablero tradicional y la tiza no solo sigue siendo relevante, sino que también ofrece beneficios únicos que contribuyen significativamente al aprendizaje y al desarrollo de habilidades motoras en los estudiantes.

El valor de la simplicidad en la enseñanza

El tablero y la tiza representan una simplicidad que, en su esencia, es extremadamente poderosa en el aula. A través de esta herramienta, los maestros pueden plasmar ideas de manera clara, accesible y visible para todos los estudiantes. La sencillez de este método permite que los estudiantes se concentren en el contenido sin las distracciones que a menudo acompañan a las tecnologías más modernas.

Además, la estructura lineal y gradual que ofrece la escritura en un tablero permite que los estudiantes sigan el ritmo del maestro, comprendiendo cada concepto en su totalidad antes de pasar al siguiente. Smith y Jones (2020) subrayan que la interacción visual y táctil que proporciona el uso de la tiza mejora la retención de información, al involucrar múltiples sentidos en el proceso de aprendizaje.

El acto de escribir en un tablero, borrar y reescribir también ofrece a los estudiantes la oportunidad de observar y participar en un proceso de pensamiento visible y transparente. Esta metodología no solo facilita la enseñanza directa, sino que también promueve la participación activa de los estudiantes, quienes pueden interactuar con el contenido de manera más dinámica.

A diferencia de las herramientas digitales, que pueden ser percibidas como más distantes o abstractas, la tiza y el tablero proporcionan una conexión tangible y directa con el material educativo.

Desarrollo de habilidades motoras finas

El desarrollo de habilidades motoras finas es un aspecto crucial del aprendizaje en los primeros años de formación y educación. Escribir con tiza en un tablero implica un proceso físico que va más allá de simplemente plasmar palabras; es un ejercicio que involucra la coordinación ojo-mano, la precisión y el control motriz.

A medida que los estudiantes observan y replican lo que el maestro escribe, no solo están comprendiendo el contenido, sino también desarrollando habilidades motrices esenciales que serán útiles en otros aspectos de su vida académica y personal.

Según Brown (2019), la práctica constante de escribir en un tablero ayuda a fortalecer los músculos de la mano y mejora la destreza manual, habilidades que son fundamentales no solo para la escritura, sino también para otras actividades que requieren precisión, como el dibujo, la construcción de modelos o incluso la manipulación de herramientas en un contexto técnico.

Además, el hecho de que los estudiantes puedan interactuar físicamente con el tablero ya sea levantándose a escribir o borrando una sección añade una dimensión kinestésica al aprendizaje, reforzando la conexión entre el cuerpo y la mente en el proceso educativo.

Fomentando la concentración y la atención

En un entorno donde las distracciones digitales están a solo un clic de distancia, la capacidad de los estudiantes para concentrarse en una actividad específica se ha visto comprometida. El uso del tablero y la tiza en el aula, en cambio, crea un espacio donde la atención está naturalmente enfocada en el contenido que se presenta.

Al eliminar las distracciones de las pantallas, los estudiantes son más capaces de seguir la lección y participar activamente en ella, esto en conjunto con el NO uso de celulares en la jornada académica fortalecen aún más los procesos de cada estudiante en f a c e.

Miller (2021) encontró que los estudiantes en aulas donde se utilizan métodos tradicionales, como la tiza y el tablero, muestran niveles más altos de atención sostenida en comparación con aquellos en aulas dominadas por tecnologías digitales. Esta mayor capacidad de concentración no solo mejora la comprensión del material en el momento, sino que también contribuye a desarrollar una habilidad crucial para la vida académica y profesional futura.

La concentración sostenida es esencial para tareas que requieren pensamiento crítico y resolución de problemas, habilidades que son altamente valoradas en la educación superior y en el lugar de trabajo.

Una herramienta de inclusión

El tablero tradicional también es una herramienta inclusiva que atiende a los diferentes estilos de aprendizaje de los estudiantes. Cada estudiante tiene una forma única de procesar la información, y la presentación clara y visible en un tablero puede ser particularmente beneficiosa para aquellos que necesitan ver el material en un formato grande y fácilmente accesible.

Además, la capacidad de controlar el ritmo de la lección permitiendo pausas para preguntas, repeticiones o discusiones es esencial para asegurarse que todos los estudiantes, independientemente de su nivel de habilidad o estilo de aprendizaje, puedan seguir el ritmo de la clase.

Johnson y Martínez (2018) destacan que el uso del tablero en un aula inclusiva permite a los estudiantes con dificultades visuales o de atención seguir el contenido con mayor facilidad, ya que el formato grande y visible del tablero es menos propenso a causar sobrecarga sensorial en comparación con las pantallas de alta luminosidad o los múltiples estímulos visuales de las presentaciones digitales.

Asimismo, el uso de la tiza permite una flexibilidad que no siempre se encuentra en los medios digitales; los maestros pueden modificar, borrar y reescribir el contenido rápidamente, adaptándose a las necesidades de los estudiantes en tiempo real.

Transversalización con un enfoque holístico

En el marco de una educación holística como la de f a c e, el uso del tablero y la tiza en el aula va mucho más allá de la mera transmisión de conocimientos. Este enfoque integral reconoce la interconexión entre las dimensiones cognitiva, emocional y física de los estudiantes, y cómo cada una de ellas contribuye al proceso de aprendizaje.

El acto de escribir en un tablero, de borrar y volver a escribir, no solo refuerza la comprensión conceptual, sino que también facilita un aprendizaje más profundo y armonioso, donde la mente, el cuerpo y las emociones se alinean en un proceso educativo cohesivo.

La educación holística pone énfasis en el desarrollo de todas las dimensiones del estudiante. El uso de la tiza y el tablero involucra múltiples sentidos la vista al leer, el tacto al escribir y la kinestesia al moverse para realizar estas acciones.

Este enfoque multisensorial no solo mejora la retención de información, sino que también refuerza el aprendizaje a través de la repetición física, permitiendo a los estudiantes interiorizar conceptos de manera más significativa.

Además, el uso del tablero y la tiza fomenta un ambiente de aprendizaje que es más reflexivo. En un mundo donde la tecnología y la inmediatez dominan muchos aspectos de la vida, el acto de escribir en un tablero invita a los estudiantes a tomarse el tiempo necesario para procesar y comprender el material.

Esta práctica es especialmente valiosa para desarrollar habilidades como la paciencia, la concentración y la perseverancia, todas ellas esenciales para el éxito en la vida académica y más allá.

El enfoque holístico de f a c e también valora la importancia de la interacción social y la comunidad en el aprendizaje. El tablero se convierte en un espacio compartido, donde los estudiantes pueden colaborar, discutir ideas y aprender unos de otros en un ambiente de respeto mutuo.

Esta interacción no solo fortalece el conocimiento académico, sino que también fomenta habilidades sociales y emocionales clave, como la empatía, la comunicación efectiva y la cooperación.

Finalmente, en un entorno holístico, el uso del tablero y la tiza se ve como una herramienta que ayuda a los estudiantes a conectarse con su proceso de aprendizaje de manera más profunda. Al manipular físicamente los materiales de escritura, los estudiantes no solo se convierten en receptores de información, sino también en participantes activos en su propio aprendizaje.

Esta participación es fundamental para el desarrollo de la autoconfianza, la autonomía y la capacidad de pensar críticamente.

Lejos de ser una herramienta del pasado, el tablero y la tiza siguen siendo elementos cruciales en una educación que valora el desarrollo integral del estudiante.

Al integrar estos métodos tradicionales con un enfoque holístico, los maestros pueden crear un entorno de aprendizaje que no solo imparte conocimientos, sino que también nutre las diversas dimensiones del ser humano, preparando a los estudiantes no solo para afrontar futuros retos de la vida real como por ejemplo exámenes de universidad, sino para la vida.

Bibliografía:

  • Brown, L. (2019). The role of fine motor skills in early childhood education. Journal of Child Development, 25(3), 45-58.
  • Johnson, P., & Martinez, A. (2018). Inclusive classrooms: Ensuring accessibility for all students. Educational Review, 33(2), 112-125.
  • Miller, S. (2021). The impact of technology on student attention span in the classroom. Education Today, 42(1), 67-82.
  • Smith, R., & Jones, T. (2020). Traditional teaching tools in the modern classroom: A comparative study. International Journal of Educational Research, 55(4), 89-102.

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