En la actualidad, los espacios de música en vivo representan una de las formas más integrales para experimentar el impacto emocional de la música en el individuo. Como complemento a la formación musical, niñas, niños y adolescentes de nuestra comunidad pueden conocer y vivir un contexto en el que confluyen diferentes disciplinas y objetivos, que culminan en una experiencia significativa y contribuyen a su crecimiento artístico
Por: Felipe Lopéz, Maestro de Música.
En las últimas décadas, los circuitos de música en vivo en Colombia han crecido y permitido la diversificación y visibilización de las diferentes expresiones musicales de nuestro país, siendo espacios fundamentales para la expresión y comunicación de la idiosincrasia y la cultura del territorio nacional.
Como participantes activos de la identidad cultural colombiana, es necesario que desde la familia se fomente la asistencia y participación en estos espacios, de manera que nuestros hijos e hijas tengan la posibilidad de seguir creando vínculos y arraigo hacia la música de las diferentes regiones de nuestro país. En las distintas ciudades y municipios existen agendas culturales en las que, a lo largo del año, se realizan conciertos y festivales de músicas regionales. No obstante, muchos de estos espacios cuentan con una mínima participación debido al desconocimiento de dichas agendas culturales por parte de la comunidad.
Desde el aula en f a c e incentivamos la participación activa de los estudiantes en la configuración cultural del país, así como el aprovechamiento de los circuitos artísticos que artistas, en compañía de políticas culturales impulsadas por el Estado en las últimas décadas, hemos creado a lo largo de nuestra trayectoria. Esto genera el desarrollo del pensamiento en torno al lenguaje artístico y ofrece diferentes vínculos con este, fomentando el interés por la historia personal y familiar de los y las estudiantes de f a c e , e influyendo en la apropiación de nuestras identidades culturales.
Nuestra comunidad debe prestar mayor atención a estos espacios, comprendiendo el inmenso aporte que hacen a familias y estudiantes, ya que brindan la posibilidad de reconocerse a través de experiencias no cotidianas y de romper con las rutinas exhaustivas diarias. De esta manera, se complementa nuestra interacción como miembros de una sociedad y damos mayor relevancia a nuestra identidad cultural, además de compartir experiencias significativas en familia.