Contextualización histórica y desarrollo del pensamiento crítico
El proyecto integrador en FACE se plantea como una estrategia pedagógica, que para este nuevo periodo tiene como principal desafío el reconocimiento y la comprensión de las vanguardias artísticas del siglo XX y finales del XIX. Estas corrientes no solo transformaron profundamente el lenguaje artístico, sino que, en muchos casos, evidenciaron de una manera particular y subjetiva los acontecimientos históricos que marcarían el devenir del mundo moderno, contándonos la historia desde una mirada profunda, rebelde, científica y llena de perspectivas diversas de un mundo profundamente cambiante y lleno de adversidades. Desde este aspecto, nuestro desafío es integrar los distintos lenguajes del saber a nuestro devenir académico en la institución.
Por: Bruno García, Maestro de materno y Tatiana Polania Maestra de artes.
Conscientes de esto, nuestros docentes han asumido el reto de desarrollar en los estudiantes una comprensión profunda de los entornos históricos, políticos, sociales, filosóficos, psicológicos y culturales que motivaron a los artistas de vanguardia a cuestionar y reestructurar los lenguajes tradicionales del arte. Esta exploración busca potenciar el pensamiento crítico y la sensibilidad estética de los estudiantes, llevándolos a observar su propio entorno con ojos más atentos y reflexivos.
Aprendizaje colaborativo e interdisciplinar
A través de la articulación de los distintos lenguajes del colegio y sus respectivos saberes —como la literatura, la ciencia, la tecnología, el lenguaje corporal, la matemática o la física—, este proyecto promueve una experiencia de aprendizaje colaborativa, interdisciplinaria y significativa. De esta manera, se convierte en un espacio para la creación conjunta, donde se generan propuestas escénicas, visuales y escritas que reflejan no solo el conocimiento adquirido, sino también el proceso de investigación y reflexión.
En FACE concebimos la educación como una propuesta integrada y contextualizada. Por ello, proponemos un enfoque holístico que dinamice el encuentro entre los estudiantes y el saber, en el que la estética y la investigación se conviertan en pilares fundamentales del aprendizaje. El arte, entendido como laboratorio de exploración, se transforma así en una vía para fomentar la curiosidad, el pensamiento divergente y el trabajo en equipo.
El segundo semestre inicia con la intención de consolidar esta mirada, poniendo a las vanguardias y sus artistas como punto de partida para ahondar en nuevas formas de conocimiento. Desde esta perspectiva, el arte deja de ser un mero objeto de estudio para convertirse en una herramienta pedagógica viva, capaz de desarrollar habilidades lingüísticas, comunicativas y críticas en los estudiantes.
Estética e investigación como pilares del aprendizaje
Este proyecto integrador exige, por tanto, una nueva concepción de la educación: una que supere la enseñanza fragmentada y contenidista, y abrace con decisión una pedagogía por proyectos, en la que el conocimiento tenga sentido práctico, esté vinculado con la vida y abra caminos para la creación y el pensamiento autónomo.
Por lo tanto, el proyecto integrador no debe considerarse aisladamente, sino que implica una perspectiva vinculante entre el arte, la historia, la lengua materna, la ciencia y la tecnología, así como la filosofía —base permanente de nuestras búsquedas—, como parte de un todo que permita construir una visión amplia, interdisciplinaria y profundamente crítica. Para ello, es fundamental garantizar el desarrollo de un pensamiento crítico capaz de generar interpretaciones socioculturales sobre los fenómenos históricos. Así, los estudiantes podrán apropiarse del conocimiento mediante la investigación y desplegar nuevas perspectivas de comprensión y creación.
Las vanguardias como punto de partida para nuevas formas de conocimiento
En este marco conceptual, hemos decidido que los grupos de trabajo del proyecto integrador se denominen a partir de distintas vanguardias artísticas y de algunos de sus representantes más emblemáticos. Así, cada grupo llevará el nombre de un artista como Pablo Picasso, Marcel Duchamp, Salvador Dalí o Andy Warhol, como representantes de vanguardias como el Cubismo, el Dadaísmo, el Surrealismo o el Pop Art. Esta elección no solo permitirá identificar a los grupos, sino también guiar sus procesos creativos e investigativos desde los valores, rupturas y propuestas estéticas de cada vanguardia. Está elección busca no solo identificar a cada grupo, sino también ofrecer un horizonte conceptual que los inspire en sus procesos de indagación y producción. Cada grupo explorará las características, principios y rupturas propuestas por su vanguardia, para reinterpretarlas desde su propio contexto, utilizando múltiples lenguajes: visuales, corporales, escritos y escénicos.
Cada grupo será, así, una célula creativa que experimentará con formas, medios y preguntas diversas, dentro de un laboratorio pedagógico en el que confluyen la sensibilidad, la crítica y la colaboración. Tal como las vanguardias se propusieron transformar el arte y la cultura de su época, nuestros estudiantes serán invitados a transformar su forma de aprender, cuestionar e imaginar el mundo.
En definitiva, las vanguardias no solo ofrecen un corpus estético e histórico, sino una invitación pedagógica a la disrupción, al pensamiento libre y a la creación con sentido. Esa será nuestra hoja de ruta para este nuevo semestre en FACE: un proyecto integrador que articule saberes, emociones y preguntas desde el arte y la investigación.