Tenjo – Cundinamarca – 600 mts vía la punta | 3115986201

Escuchar para hablar. El poder de las palabras en inglés desde las primeras etapas de f a c e.

En el proceso de aprendizaje de una segunda lengua, cada palabra, cada gesto y cada silencio cuentan. Cuando los niños pequeños se enfrentan por primera vez al inglés, lo hacen con el asombro de quien descubre algo nuevo, como un código secreto que necesita ser descifrado a través del juego, la repetición, la observación y, sobre todo, la escucha activa.

Por: Camila Rocha, Maestra de ingles.

En f a c e entendemos que este proceso, especialmente en las primeras etapas del desarrollo, se parece mucho a cómo adquirimos nuestra lengua materna: primero escuchamos, luego comprendemos, y finalmente nos lanzamos a hablar. Aunque muchas de las prácticas que mencionamos también se extienden progresivamente a niveles superiores, es en estos grupos iniciales donde se refuerza con especial intención la escucha activa (listening), el juego, las pequeñas presentaciones y el respeto por el ritmo de cada estudiante.

Un proceso natural

El enfoque que seguimos se basa en los principios del desarrollo del lenguaje en la infancia: primero se escucha, luego se comprende, se imita, se juega con el lenguaje, y finalmente se habla. Este camino se recorre considerando las etapas del colegio y el momento de desarrollo en el que cada niño se encuentra, permitiendo que cada explicación y actividad sea adecuada y significativa. Se recorre el proceso natural del lenguaje.

Durante los primeros meses, es común que los estudiantes no se sientan seguros de hablar en inglés. Sabemos que hablar implica exponerse. Por eso, comenzamos con un fuerte énfasis en la escucha comprensiva. Las instrucciones se dan primero en inglés y se traducen al español solo cuando es necesario, para acompañar emocionalmente el aprendizaje. Con el tiempo, el español va disminuyendo y el inglés se vuelve parte del lenguaje cotidiano del aula.

Este aprendizaje se da respetando el ritmo individual de cada estudiante. En f a c e, reconocemos que todos aprenden de manera diferente y que cada proceso requiere tiempo, escucha y acompañamiento. Por eso, nuestro recorrido a través de cada etapa  permite que cada niño o niña se aproxime al lenguaje inglés desde su propia curiosidad, necesidad y seguridad.

Recursos que acompañan el lenguaje

Para apoyar el aprendizaje en la primera etapa usamos recursos como Happy Hearts, un programa lleno de canciones, títeres, cuentos ilustrados y actividades visuales que permiten que el lenguaje se incorpore en rutinas cotidianas del aula. Estos elementos multisensoriales favorecen la comprensión y la retención, ya que relacionan la palabra con la emoción, el gesto y el contexto lúdico.

A medida que los niños avanzan en su proceso, y luego de consolidar las bases del lenguaje con apoyo de experiencias sensoriales, canciones, rutinas y juegos, algunos grupos comienzan a trabajar con herramientas como IXL, una plataforma que permite personalizar el aprendizaje y fortalecer las habilidades del inglés a través de ejercicios adaptados a cada ritmo. Esta herramienta acompaña el proceso de los grupos que ya han desarrollado una base sólida de comprensión y expresión oral, y están listos para avanzar hacia estructuras más complejas. Más adelante, y de acuerdo con su ritmo de aprendizaje, los estudiantes inician el trabajo con Rosetta Stone, una plataforma que les brinda la oportunidad no sólo de consolidar y perfeccionar su inglés, sino también de explorar nuevos lenguajes. De esta forma, el aprendizaje del inglés no se detiene en una etapa, sino que se transforma en una puerta hacia otras formas de comunicación y conocimiento

Además, cuando no estamos preparando el English Day, cada grupo elige un tema que les interesa (los animales, los planetas, los oficios, etc.) y desde allí se construye el vocabulario, se diseñan cartillas, se crean juegos y se hacen representaciones lúdicas. Estas actividades dan la oportunidad de generar un aprendizaje significativo profundamente conectado con sus intereses y etapas.

Hablar sin miedo

El paso de escuchar a hablar es progresivo y se da al ritmo construido del grupo y de cada niño. En algunos momentos, los estudiantes realizan pequeñas presentaciones en inglés sobre temas que les gustan. A veces son solo tres preguntas con sus respuestas, pero lo decisivo es que cada palabra dicha genera confianza y emoción. No se trata de corregir en público, sino de celebrar cada intento, permitiendo que florezca la seguridad al hablar.

Por eso, en este proceso es fundamental incentivar a los niños a practicar otro idioma sin centrar la atención en los errores. La confianza para hablar se cultiva cuando el ambiente permite explorar el lenguaje sin miedo, con libertad y alegría. La pronunciación adecuada no se impone, se conquista con el tiempo, la práctica constante y la escucha activa. Escuchar canciones, repetir frases cotidianas, compartir palabras con amigos y jugar con el idioma son caminos más potentes que la corrección excesiva. Porque cuando un niño se siente seguro, el lenguaje fluye con naturalidad, y cada intento se convierte en una oportunidad para aprender, crecer y expresarse mejor.

English Day: momento de expresarse y escuchar a otros

Uno de los eventos más esperados es el English Day, una jornada en la que todo el colegio se enmarca en torno a un tema común—que varía cada año (puede ser la naturaleza, los inventos, los deportes, entre otros). Cada grupo lo explora a su manera, desarrolla estaciones interactivas, canciones, exposiciones y juegos en inglés. Durante este día, los estudiantes tienen la oportunidad real de hablar frente a otros, de escuchar a grupos diferentes, y de entender que todos están aprendiendo juntos. No se busca perfección, sino valor y expresión.

Esta jornada no solo permite escuchar a otros hablar inglés, sino también atreverse a usar la lengua frente a un público: niños y niñas explicando sus ideas con orgullo y valentía, sabiendo que equivocarse hace parte del camino. En este evento, se vive el idioma, se juega, se arriesga y se celebra.

Aprendizaje social y emocional

La científica Patricia Kuhl, reconocida mundialmente por sus investigaciones en neurociencia del lenguaje, explica que los bebés y niños pequeños aprenden una lengua a partir de la interacción con otros humanos, no solo de la exposición pasiva. Es decir, la escucha activa y el contexto social son claves. Este principio también lo aplicamos en f a c e: los espacios de conversación, juego y exploración son esenciales para que los estudiantes se familiaricen con los sonidos, el ritmo y el sentido del inglés.

El aprendizaje ocurre en el contexto de relaciones significativas y juegos comunicativos, donde los niños pueden escuchar, imitar y responder de forma emocionalmente comprometida.

Adicionalmente en f a c e aceptamos la diversidad, celebramos los avances personales y adaptamos las actividades a su momento particular de desarrollo. Algunos niños avanzan más rápido en la expresión oral, otros necesitan más apoyo con la comprensión. En todos los casos, el acompañamiento es respetuoso, flexible y orientado a fortalecer la autoestima lingüística.

En síntesis: un lenguaje que se vive desde la infancia

El inglés en f a c e no se enseña desde la memorización ni como un contenido aislado. Se invita, se vive, se comparte. Se aprende escuchando primero, descubriendo el sentido, y gradualmente se gana confianza para hablar. Cada canción, cada juego, cada presentación es un paso que celebra el aprendizaje significativo, el respeto por el ritmo individual y el poder de la interacción para construir un nuevo lenguaje.

Hablar inglés en f a c e no comienza con hablar, comienza con escuchar. Y ese escuchar se hace desde el vínculo, desde la emoción, desde lo cotidiano. Cada palabra, cada gesto, cada intento, es una semilla que germina en un entorno que cree profundamente en la potencia de la infancia y en la capacidad de todos y todas de aprender una segunda lengua de forma auténtica y significativa.


Publicado

en

,

por