Relato de la experiencia docente de María Ofelia Leguizamón Torres Maestra de socio-naturales y matemáticas
Tenemos la capacidad de producir miles de alimentos para toda la población mundial, de diferentes clases, tamaños, colores, formas y sabores al gusto de cada uno de nosotros, se producen en cantidades masivas y usando grandes extensiones de tierra para poder suplir la demanda de cada alimento. (Conoce aquí la huerta del colegio face Tenjo).
Son pocas las personas que desarrollan esta gran labor de producir el alimento que consumimos. Pero… ¿qué pasaría si cada uno de nosotros sembráramos nuestros alimentos? ¿Tendríamos mayor amor por el ecosistema? ¿Disfrutaríamos de grandes experiencias? ¿Seríamos autosustentables? ¿Produciríamos alimentos saludables? ¿Cuidaríamos de nuestro planeta Tierra?
Seguramente muchas cosas cambiarían, nos permitirían generar una nueva historia, un nuevo presente y un futuro indescriptible; pero, ¿cómo lo podríamos lograr? Es muy fácil, preguntándonoslo.
Las preguntas han transformado a la humanidad, nos han permitido crecer, explorar, divagar, concluir, pensar y muchas cosas más, pero lo más importante: nos dieron la oportunidad de evolucionar, de ser ingeniosos, auténticos, creativos, de moldear nuestro mundo y todo alrededor. El cambio está a un sólo paso: preguntándonos si podríamos hacer el cambio y después salir y hacerlo…