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Día de la fantasía en f a c e: 

un día para ser, imaginar y convivir

En f a c e, el Día de la Fantasía es mucho más que una fecha en el calendario. Es una oportunidad para que cada niño y niña se mire a sí mismo desde la imaginación, para que se permita soñar con ser aquello que le inspira, le alegra o le mueve el corazón. En este día, el colegio se llena de colores, risas y creatividad, recordándonos que la fantasía es una forma de aprender y de construir paz.

Por: Camila Rocha C. Maestra de Lengua Materna

En f a c e, el Día de la Fantasía es mucho más que una fecha en el calendario. Es una oportunidad para que cada niño y niña se mire a sí mismo desde la imaginación, para que se permita soñar con ser aquello que le inspira, le alegra o le mueve el corazón. En este día, el colegio se llena de colores, risas y creatividad, recordándonos que la fantasía es una forma de aprender y de construir paz.

La fantasía forma parte del desarrollo humano; imaginar no es solo jugar, es una manera de pensar, crear y comprender el mundo. Desde la pedagogía y la psicología infantil, se reconoce que el juego simbólico permite a los niños representar lo que viven, expresar emociones y ensayar posibilidades de ser. En f a c e, este principio ha estado presente desde siempre, porque creemos que educar también es permitir imaginar.


Desde sus inicios, f a c e ha invitado a sus estudiantes a imaginar y crear un mundo sin armas ni violencia, un mundo donde la palabra, el respeto y la empatía son las herramientas más poderosas. En este día, los niños y niñas pueden venir disfrazados de lo que deseen, dando vida a sus personajes favoritos, pero se les invita —desde el amor y la reflexión— a dejar fuera todo aquello que promueva la agresión o el miedo, porque creemos en una infancia que construye paz incluso desde el juego.

El Día de la Fantasía también nos recuerda que la empatía y el respeto son parte del disfraz. En f a c e, se invita a los estudiantes a pensar en los más pequeños y en quienes los rodean, comprendiendo que la fantasía puede ser un puente para encontrarse, no para asustarse. No siempre es sencillo, y es natural que los niños y niñas se expresen desde lo que conocen o imaginan, pero esa conversación permanente sobre el cuidado del otro hace parte de nuestro aprendizaje diario como comunidad.

Del mismo modo, en f a c e comprendemos que cada familia vive sus propias creencias, y por eso, el Día de la Fantasía se celebra desde el amor y el respeto por la diferencia. No se trata de una fiesta ajena a nuestros valores, sino de un momento para honrar la diversidad y enseñar a los niños que convivir es también respetar las formas en que otros ven el mundo.

En el Día de la Fantasía no hay competencia por el mejor disfraz ni búsqueda de perfección; lo que hay es un encuentro de seres, una invitación a reconocerse, a compartir, a crear y a disfrutar juntos. Es un recordatorio de que imaginar nos hace libres, y que desde la imaginación también podemos aprender a cuidar, a respetar y a amar.

Porque en f a c e, la educación es un acto de amor. Y cada día, incluso el de la fantasía, es una oportunidad para seguir soñando con ese mundo posible: uno donde la paz se construye con las manos, con el juego, con la palabra y con el corazón.